Trabajar para el mundo que quiero ver, el mundo en el que creo.
En estos tiempos donde volvió la guerra (¿hasta cuándo?), a dos días de las elecciones en nuestro país, siento cómo toda esa tensión está en los cuerpos, cansados de tanta batalla.
Bailo , muevo el cuerpo, es la manera que encuentro para poder abarcar esta intensidad plutoniana que está allá afuera, y acá adentro.
Me pregunto cuáles son mis propias batallas. Y qué se me mueve cuando veo tanta violencia “afuera”. Me pregunto también cuál es la tarea que le toca al ser humano en estos tiempos.
Siento que al hacerme una pregunta tan amplia, debería sentarme con cada unx de ustedes para intercambiar percepciones, y nuevamente volver a escribir este newsletter. Pero a decir verdad, es una pregunta que me vengo haciendo hace tiempo ya, de la cual más que respuestas claras, me generan nuevas preguntas…
¿Será el desarrollo de la CONSCIENCIA un camino que nos llevará a desplegar más nuestra bondad y colaboración y menos nuestro egoísmo e individualismo? ¿O cada vez más nos volveremos más individualistas?
Yo quiero creer en la REVOLUCIÓN de la consciencia , como el libro y la obra de Claudio Naranjo. Después de un retiro de 9 días aquí en Buenos Aires, junto a otras 25 personas, denominado SAT - Seekers After Truth - me encuentro con la necesidad de honrarlo a él, que ha dejado una obra maestra como es el SAT, y más de 30 libros con su ardua investigación.
Y honrando a él lo recuerdo a Rolando Toro, el creador de la Biodanza. Recupero una frase que me conmueve de su obra: “uno de los grandes males de la civilización es el olvido del cuerpo”.
Aquí y ahora, esta frase es absolutamente brújula para mí. ️
Entonces más que seguir preguntándome existencialmente por “la tarea del ser humanx”, surge la pregunta hacia adentro: ¿en qué puedo aportar yo en estos tiempos complejos? ️
Como tantxs facilitadores de Biodanza que hoy hay en el mundo - gracias Rolando por tu generosidad - creo fervientemente en que el desarrollo de la AFECTIVIDAD es esencial para que las personas aprendamos a convivir. La inteligencia afectiva como esa interrelación entre el vínculo con unx mismx, con el semejante y con la naturaleza. 3 niveles de vínculo absolutamente necesarios para poder co-existir entre los planetas, lxs humanxs y todo lo que vive y respira.
Te comparto aquí un posteo que hice ayer sobre:
QUÉ IMPLICA HACER BIODANZA ️
Otra vez, ¿qué puedo aportar yo en estos tiempos? ¿Será un gesto de ternura a tiempo? ¿El abrazo a un amigx que sufre? ¿Celebrarle a mi vecinita de 5 años que se animó a acariciar a mi gata? ¿Un te quiero a una persona que recién llegó a mi vida? ¿Un gracias por estar del otro lado leyendo esto?
Biodanza me enseñó a poder ver la LUZ ⭐ en cada ser humanx. A encontrar en cada mirada, una posibilidad de SER. A acariciar con ternura todo lo que aún juzgo de mí, y del otrx. Biodanza me permitió recordar que es la VIDA la que está en el centro, y no el humanx. A reconocerme como una estrellita más de esta gran constelación, y a animarme a brillar y acompañar a brillar a todas las que me vaya encontrando en el camino.
Biodanza es poesía, inspiración ️, actualización constante de la identidad. Es conexión con la fuerza vital, con la alegría de vivir, con la posibilidad de estar segura cuando me siento vulnerable. Es dar y recibir amor en múltiples formas de contacto: caricia, abrazo, mirada. Es el refugio más amable que encontré hasta ahora. Es volcar la verdad del cuerpo y hacer arte con eso. Transformarlo todo, y finalmente, aceptar.
Te comparto un fragmento de un video que realizamos en el Dia de la Biodanza de 2015, que me resulta muy inspirador:
CELEBRAR LA VIDA
Me gustaría volver al inicio: trabajar para el mundo en el que quiero estar. En eso ando, o por lo menos, eso intento. Porque al final, la vida es un ensayo. Ensayemos, probemos, anímemonos a vivir con el corazón